Tuesday, November 8, 2016

Entendiendo el sufrimiento

La imagen está todavía fresca en mi mente.
El pequeño niño tiene la piel más clara que su padre y el cabello rubio claro como su tío Ditto cuando él era un bebé. Se ve como un mini Rodolfo. Sus hermanas no pueden dejar de tocar la panza de mamá.
Estaría por nacer en el mes de Noviembre.
Para este tiempo, ya estaría preparando el Baby Shower. El tema sería de ositos y lunas. Ya tendría toda la decoración lista.
Estaríamos preocupándonos de lo que ahora parecen ser las "cosas pequeñas": un lugar donde vivir, dinero para sostenernos, trabajos estables, ¿irán las niñas a la escuela?, ¿Podría quedarme en casa y dar Homeschool?, ¿pueden vivir cinco personas en una habitación individual?, ¿volveremos a dormir de nuevo?, ¿cómo hacemos con tres niños menores de 3 años?
Estaríamos perdiendo el sueño por estas preocupaciones, sin embargo, pensar en ello hace que mi corazón salte.
Ha sido muy difícil para mí dejar ir esta imagen. No agradezco que esta no sea mi realidad. El corazón no entiende de razones.

He sido despojada totalmente de mi orgullo.
Nunca he sido superficial con respecto a mi apariencia. Las pocas cosas que me gustaban de mi físico eran mis cejas perfectas y mi pelo largo, brillante y de bajo mantenimiento. Al menos todavía tengo mi nariz de perfil perfecto.
Me enorgullezco de tener una bella voz para cantar. Tengo un mes de no poder cantar por el daño de la quimioterapia, y la radioterapia le hará aún más daño a mis pulmones y garganta.
Me enorgullezco de tener una mente aguda. Ahora mi cerebro ni siquiera puede tolerar el concentrarse lo suficiente para ver una película, mucho menos leer algo. No me preguntes nada; mi respuesta es siempre "no sé".
Me enorgullezco de tener una "cosmovisión bíblica" acerca de la familia, no deseando tesoros de este mundo, sino deseando llenar mi aljaba con tantas flechas como pueda para Su Reino. Siento la misma decepción que sentí cuando no pude dar a luz a Emmalee a través de parto natural, limitando el número de niños que puedo tener. Ahora nada de eso importa. Nada de lo que me hace sentir orgullosa importa con relación al plan de Dios para mí y la manera en la que él quiere usarme.

Un amiga me preguntó recientemente si yo pensaba que Dios me había preparado para recorrer un camino tan duro como este. Mi respuesta fue sí. Cuando me preguntó por qué, me sorprendió que tenía una respuesta a esa pregunta.  Varios meses antes de mi cáncer tenía una verdadera angustia en mi corazón por los Sirios. Los Sirios están constantemente en mi mente y en mis oraciones. Mi esposo me encontraba escondida en el baño llorando desconsoladamente después de leer acerca de los ataques químicos en agosto de 2013, los niños y madres ahogados tratando de huir a Europa, los niños sin hogar enfrentándose a un duro invierno con fronteras cerradas, las niñas siendo vendidas como "esposas". Hace poco escribí en Facebook que mi dificultad era nada en comparación con las dificultades de otras millones de personas. Algunos piensan que digo esto para tener fortaleza, pero lo digo en serio. Puedo hablar de los Sirios durante horas y estoy tragándome mis lágrimas al pensar en ellos en este momento. También oraba con lágrimas muchas noches por la vida de Giana. Siento un nudo en la garganta sólo de pensar en ella. Entonces, ¿por qué es que todo esto me preparó para mi aflicción?
 Una cosa que la gente quiere saber es "¿Todavía crees y confías en Dios?" Esta pregunta me parece rara. Entiendo que muchas personas se alejan de Dios al enfrentar una prueba como esta, pero estas personas que decían "creer" en Dios lo hicieron en un mundo en donde dificultades como esta ya sucedían; simplemente no les estaba sucediendo a ellos personalmente. ¿No era Él Dios cuando el hijito de otro estaba muriendo de cáncer? ¿No era Él Dios cuando los bebés tenían que ser extraídos de los escombros de edificios colapsados debido a la guerra, al mismo tiempo que habían perdido a sus padres por la explosión? ¿Podemos ver tanto dolor en el mundo y no hacerlo nuestro? ¿Es por eso que puedes decir que crees en Dios, siempre y cuando no te esté ocurriendo a ti? ¡Y si te llega a pasar a ti vas a maldecir a Dios, pero no lo maldecías antes cuando le sucedió a otras personas! Creo que preferiría un ateo que niega a Dios porque ve el sufrimiento en el mundo, que a un "cristiano" que niega a Dios porque él está sufriendo.

Se nos prometió tener sufrimiento.

Juan 16:33
33 "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz... En el mundo tendréis aflicción,  pero confiad. Yo he vencido al mundo.

Supongo que estaba preparada porque he sufrido con los sufrimientos de los demás. Había llorado muchos abortos espontaneos antes de mi propio aborto. He llorado bebés que han muerto por el SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante), accidentes, cáncer. El sufrimiento no es nuevo para mí. En todo caso, se siente extraño estarlo experimentando personalmente. Estoy tan agradecida de que soy yo la que está recorriendo este camino difícil y no un ser querido que mi sufrimiento parece leve. Lo único que hace que el cáncer realmente traiga angustia a mi corazón es cuando pienso en el dolor que mis hijas y mi familia van a sufrir al perderme.
El sufrimiento tiene una hermosa promesa para nuestra fe.
 Romanos 5: 3-5
3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
 Santiago 1:12
12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
¿Cómo podemos, entonces, creer en un Dios que permite tales sufrimientos, y en su soberanía, los ocasiona incluso en nuestras propias vidas? Recientemente le respondí esta pregunta a mi hermano con otra pregunta. ¿Realmente creemos lo que decimos que hemos creído? ¿De verdad crees que Jesús vino a la tierra a morir por ti para que puedas ir al cielo y estar con él cuando mueras? Porque personalmente mi respuesta es sí, yo entiendo que mi sufrimiento es temporal. ¿Qué es la eternidad en comparación con esta vida en la tierra? ¿No se me ha prometido un nuevo cuerpo en un mundo nuevo? ¿No ha prometido Mi Señor tener una casa a la espera de mí que Él ha preparado personalmente? ¿No dijo que Él mismo secaría las lágrimas de mis ojos y que no habría más dolor? Yo lo creo. Creo que mi Sammy ya está allí esperando el día que nos encontremos. Creo que mi sufrimiento, incluso si terminara con el resultado menos deseable, está moldeando y moldearía la vida de mi familia y su fe para siempre, así como lo ha hecho en la mía. Si acaso, el sufrimiento sólo me hace sentirme más cerca de Cristo.

1 Pedro 4:12-13
12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.
1 Pedro 4:19
19 De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.
 Así que, alabé a Dios por despojarme de mi orgullo y legalismo.
Lo alabo por tener a mi bebé sano y salvo con él.
Le ruego que me dé un corazón agradecido por lo que no pudo ser.

Y oro que este sufrimiento me convierta en una mujer de fe, que ha sido el deseo de mi corazón desde que tenía doce años.